PRÁCTICA DE LA RESPIRACIÓN ABDOMINAL

Lo ideal es hacer esta práctica en la “posición constructiva de descanso” (aprendida junto con le músculo psoas). Dicha posición permite que todas las vértebras se apoyen en el suelo ya que, al tener las rodillas flectadas y los pies apoyados en el suelo, se pierde la curvatura lumbar. De esa manera, el diafragma y los pulmones tienen más espacio para sus movimientos. Aunque anteriormente y con dibujitos está explicada la forma de respirar, les vuelvo a recordar que la idea es “inflar la guatita desde el ombligo, al inhalar” y “desinflar y hundir al exhalar”. Sin llegar a abrir las costillas ni elevar el pecho. No interesa tanto la cantidad de aire que entre, más bien importa la mecánica. Debes respirar muy lento y desde lo profundo. También es recomendable acordarse de sentir el sonido del aire en lo alto de la nariz, y percibir la temperatura, fría al inhalar y tibia al exhalar, eso último se percibe en las fosas nasales externas. Todas estas atenciones absorben nuestra mente y la sacan de su acostumbrado “copucheo consigo mismo” que nos roba toda nuestra energía. Luego, toda nuestra atención deberá estar absorta en el ir y venir del aire, fresco al inhalar y tibio al exhalar y el subir y bajar del vientre... el estar presentes en nosotros mismos, sintiendo nuestra energía interna, el roce del aire en nuestra piel, etc...si divagamos y nos vamos, volvemos....esta auto-observación nos conduce a una calma más allá de toda comprensión. Es ideal hacer esta práctica en la noche, incluso si tenemos un colchón firme, hacerla antes de y para quedarnos dormidos. Dormirnos estando relajados nos aporta un mayor descanso y una mejorada renovación de nuestra energía.

La Sonrisa Interior y los Sonidos Curativos.- Aplicadas estas técnicas en sesiones de mas o menos una hora y media, actúan dando relajación al consultante permitiendo que éste se conecte con sus órganos y con la naturaleza en un trabajo de visualización creativa. Éstas fórmulas taoístas, aplicadas en terapia, propician la desintoxicación de órganos, glándulas y tejidos del cuerpo físico permitiendo la liberación de un gran bienestar a nivel emocional, mental y físico.